domingo, 7 de noviembre de 2010

Pedro Vicente

Oscar Amaya Armijo

Pedro Vicente es un hombre  bueno, con un desprendimiento casi mesiánico, por eso quieren matarlo, por esa vida entregada incondicionalmente a los demás

Es tanta la entrega de Pedro que no entiende el desarrollo humano más que colectivamente. Qué tiempos perdió la habilidad para resolver sus problemas individuales. Sus realizaciones son las del colectivo.

En la década de los setenta lo conocí –junto a otros dirigentes sindicales- organizando sindicatos, cooperativas de ahorro, fondos de asistencia social, asociaciones de mujeres, equipos de futbol, patronatos, juntas de agua, entre otros, y todo  para  desarrollar colectivamente a los hondureños.

Pedro es un dirigente histórico del movimiento popular hondureño, de la misma estirpe de Carlos H Reyes, Luis Morel, Gladiz Lanza, Efraín Aguilar, Napoleón Acevedo Granados, Sebastián Suazo, y pretender asesinarlo sería un enorme error de la oligarquía.

Desde las posiciones del SITRAPANI, Pedro ha venido fortaleciendo organizaciones emblemáticas como la FUTH, LA CUTH, FACACH y ha conducido con manos impecables instituciones como la Cooperativa de Ahorro y Crédito “Prosperidad”, Fondo de Asistencia Social de los empleados del PANI, organismos prósperos que satisfacen las necesidades de centenares de miles de hondureños.

Además, Pedro Vicente, es un demócrata a carta cabal, en la década de los ochenta arriesgó su vida, junto a su sindicato,  para montar el remedo de democracia que sustituyó al rancio militarismo de la guerra fría, por eso es en el día del golpe de Estado contra Manuel Zelaya Rosales, el 28 de Junio, allí estuvo, junto a otros sindicalistas, defendiendo la Casa Presidencial, acontecimiento histórico que dio vida al FNRP.

¿Por qué matar, entonces,   a un hombre que incluso ha colaborado en el fortalecimiento de la cultura de los hondureños, promoviendo en el movimiento obrero,  el arte en todas sus manifestaciones?

No  tiene sentido que se atente contra la vida de un hombre valioso y pacífico como Pedro Vicente Elvir, pues él ni la Resistencia junta han atentado contra ningún miembro de  la oligarquía y sus defensores.

Quienes dirigen la represión contra hombres  y mujeres valiosos de Honduras están inaugurando una   sangría que la llorarán  los hondureños, oligarcas o no.

Fuente: Vos el soberano

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