miércoles, 10 de noviembre de 2010

Representación de la juventud ausente en el FNRP

Oscar Orlando Hendrix Escalante

Lo acepto, he caído en el trágico error de hacer la crítica una vez que los hechos, para desgracia de todas y todos, ya han sido consumados. Empero, es algo que debe de hacerse, y con razón mayor  cuando de forma casi mecánica muchos y muchas guardamos un silencio cómplice ante ciertos acontecimientos.
La realidad se estrella violentamente contra mi esperanza, pero no cesara mi soñar. Confío en la Resistencia como Movimiento porque está hecho de la belleza, y del fulgor de los hondureños y las hondureñas, pero por ratos demasiados prolongados me falta esperanza con la mayor parte de quienes integran ese Comité Ejecutivo, especialmente con las decisiones alrededor de la integración de la Comisión Política.
El FNRP nació con el Golpe de Estado Militar-Oligárquico. El Golpe fue algo que nos alimento y nos hizo crecer. La atmosfera dictatorial en la que respirábamos más intensamente en esos días nefastos nos intoxico, logrando que llegáramos a albergar dentro de nuestra esencia misma como FNRP un germen anti-democrático y tiránico del que hasta este día no logramos despojarnos. En fin, la estructura del FNRP y las decisiones importantes que este tome, nacen en un permanente Estado de Excepción, siempre hay alguna justificación para dejar de un lado la democracia participativa y la inclusión como nuestras normas fundamentales.
Inicialmente la entendible “justificación” para la toma de decisiones sin consulta previa y casi nulamente democráticas se baso en el Golpe de Estado, y fue muy aceptada dadas todas condiciones que conformaban la coyuntura de ese momento. Meses después se acelero a quema ropas la aparente democratización y estructuración formal del FNRP alrededor del país, proceso que concluyo con la instalación provisional de una asamblea nacional y comité ejecutivo que ejercerían funciones hasta enero próximo. En este ultimo suceso existieron vicios de legitimidad horribles pero que se entendieron como necesarios y hasta soportables por la naturaleza del proceso mismo y bajo la condición de que ya jamás habríamos de repetirlos.
El Comité Ejecutivo que nació, fue al fin de cuentas la coronación y materialización formal  de casi todo el poder político del FNRP. Como pueblo en Resistencia fue grande la responsabilidad y la expectativa que depositamos en quienes hoy lo integran.
 Es una vergüenza que algunas veces se tomen decisiones tan dictatoriales y que de golpes fulminantes se imponga una vez más la “DEDOcracia”. Al parecer, una vez más el pueblo en Resistencia se queda huérfano de representantes reales y peor aún se avanza y se fortalece ese funesto proceso de crear y fortalecer caudillos y caudillas a través de embudos antidemocráticos. Me cuesta entender como será posible que cinco de las doce personas que integran la Comisión Política sean de los 56 delegados y delegadas a la Asamblea Nacional del FNRP?   Estos representantes están en sus cargos para un fin determinado y no para integrar una Comisión Política a nivel nacional. Y más inexplicablemente aún, dos de esos cinco a la vez forman parte de los 16 que integran el Comité Ejecutivo, ese órgano director ante el que presentaran sus propuestas y análisis en calidad de Consulta.  Se da la impresión que, cualquier producto que salga de la Comisión Política ya tiene un fuerte peso de aprobación pues quienes ocupan las dos posiciones formales mas importantes dentro del Comité Político, estarán presentes en dos instancias distintas, para asuntos de grado diferente. ¿Donde esperan ubicar el mínimo balance? ¿Será que no entendemos los sistemas de pesos y contrapesos democráticos que deben existir en la toma de decisiones dentro de estructuras organizativas tan grandes como el FNRP? ¿Será que no hay otros 5 hondureños y hondureñas capaces entre las más de 1,300 millones de personas que firmaron la Declaración Soberana?
 A mi parecer, si la Comisión Política se hubiese integrado por 5 o 7 personas, por muy limitado el número de sus integrantes, al menos uno o una deberían representar al sector juvenil en resistencia o al menos tener la edad para ser considerado joven. Ahora, si el número es de 12, significa que debe ser amplia, y si es amplia debe ser obligatoriamente incluyente. Sin embargo, cuando en el peor de los casos dos de los doce deberían ser jóvenes, no tenemos ni la mínima participación. Cabe resaltar que tan solo me refiero a la participación, no estamos hablando siquiera de cuotas de poder. Al abogar y exigir por una representación hablamos tan solo de ser escuchados, de que nuestra voz produzca eco en esas esferas de análisis y toma de decisión.
Admirable sería y ojala suceda que al momento de tomar posesión formal o ser juramentados en sus cargos, todos y todas al unísono asuman exteriorizando la protesta de que no hay ni un solo representante o voz juvenil presente que comparta la altísima responsabilidad y el gran honor que ellos y ellas tendrán de integrar la Comisión Política. De otra forma me preguntare ¿Cómo pueden participar libremente de algo tan excluyente y tan poco representativo?
 Felicito a los compañeros del COPINH que no aceptaron, por los momentos, la nominación de la Compañera Berta Cáceres para integrar la Comisión Política. Esta organización y esta compañera nos demuestran una vez mas que son capaces de integrar su discurso con su accionar político. Este ejemplo de entereza democrática que nos dan a todos y a todas como pueblo en Resistencia, también nos recuerda como jóvenes en Resistencia que no basta con el afán de ser incluidos en espacios, cuando estos espacios son circuitos cerrado, poco transparentes o antidemocráticos. Por lo que tenemos que luchar es por ser incluidos y participar activamente en la generación de espacios dentro del FNRP donde todos y todas participemos.
 Espero que no suceda con la integración de la Comisión Política lo mismo que sucedió en la Reunión histórica del Comité Ejecutivo del FNRP con el Coordinador José Manuel Zelaya Rosales en Nicaragua, en donde ni una sola voz de la juventud estuvo presente y más triste aun, ni lo notaron los miembros de Comité Ejecutivo, ni los invitados, ni nuestros propios medios de información. Porque será que no hay nadie que se pregunta de nuestra ausencia en estos espacios tan importantes, y mucho menos, en un acto de fraterna solidaridad, demanden nuestra presencia como requisito “sine qua non” para seguirle dando vida a la Resistencia.  
Si algún día de estos tuviésemos alguna marcha o evento de la Resistencia y no se asomara por ahí ningún o ninguna joven, segura se alarmarían todos y todas. Es más que evidente que como Juventudes en Resistencia representamos la porción mayor de la multitud que conforma la Resistencia.
 Los y las jóvenes somos capaces de organizarnos, de firmar y recoger Declaraciones Soberanas, montar eventos, hacer pintas, montar barricadas contra la represión policial y militar, realizar foros, producir debates y espacios de discusión continua, generar pensamiento, sufrir persecución, ser detenidos y torturados, de sentir el dolor de los compañeros y compañeras asesinadas, derramar nuestra sangre y ofrendar nuestra vida a esta causa gloriosa. Y TAMBIEN SOMOS CAPACES DE DECIDIR! Y TAMBIEN PERTENECEMOS ORGULLOSAMENTE AL FNRP! Y TAMBIEN EXIGIMOS MAYOR ESPACIO DE REPRESENTACION Y PARTICIPACION REAL EN TODAS LAS TOMAS DE DECISIONES Y ESPACIOS DE ANALISIS DEL FNRP!
Es preciso recordar, amén de la amnesia de muchos lideres de la Resistencia,  que solo en términos del Padrón Electoral representábamos el 42% el año pasado, y ahora cada día somos más, y lo reflejamos multitudinariamente y orgullosamente en nuestra militancia impertérrita desde el Frente Nacional de Resistencia Popular. Al momento de votar por la Instalación de la Asamblea Nacional Constituyente, ¿a quienes piensan convocar? Sera precisamente la Juventud quien será el actor principal en decidir sobre el devenir de una ANC. ¿O será que ignoran eso también? Las conferencias de prensa, las declaraciones del FNRP la dan exclusivamente personas que pertenecen a una especie de Gerontocracia que aparenta apoderarse del FNRP. ¿Creen Ustedes que nosotros como jóvenes nos sentiremos realmente representados si en la toma de decisiones no participa ni una o ni uno de nosotros? Créanme, hemos vivido demasiado tiempo bajo las mentiras de la oligarquía como para empezar a tolerar más mentiras especialmente dentro de estos espacios donde cada centímetro de terreno, que hoy tenemos, lo hemos ganado con sacrificio y lo hemos pagado con sangre.
La Comisión Política debe estar conformada por personas que piensan, en virtud de esto deberían también considerarnos a nosotros y a nosotras.
Compañeros y compañeras si nosotros que los conocemos a Ustedes, si nosotros que nos resistimos a dudar de Ustedes a pesar de todo, nos sentimos excluidos e insultados en nuestra dignidad con sus decisiones que afectan indirecta y directamente a la Juventud, como se sentirán y ¿que creerán de Ustedes esa enorme cantidad de jóvenes indecisos o aquellos que por “ignorancia” son golpistas, esos que al fin de cuentas tan solo tienen referencias vagas de Ustedes? ¿Creen que con sus acciones como dirigentes contribuyen a que se sume la Juventud a esta lucha que es de todos y de todas?
No pueden alegar nuestra falta de organización, porque evidentemente  si estamos organizados. Seguir repitiendo que no estamos organizados es justificar ese mismo argumento que tantas veces usa la oligarquía cuando se le indaga del porque de la ausencia de representación real en los órganos formales del Estado. ¿Porque cometemos el mismo pecado? ¡Recuerden, somos hermanos y hermanas, compartimos nuestras lagrimas, nuestra sangre y más hermoso aun, la misma trinchera!
Personalmente considero que, entre nosotros, como compañeros y compañeras, hay cosas que no deben decirse, ni exigirse, deberían darse por entendidas, deberían estar escritas y codificadas como parte esencial de nuestro ADN. La democracia participativa y protagónica debe convertirse en la huella dactilares de nosotras y nosotros como FNRP, la inclusión debe ser nuestra su firma.
Confío a que no les defraudaremos una vez que hayan reflexionado y nos incluyan dentro de la Comisión Política del FNRP, al fin de cuentas todas y todos estamos por el mismo fin que es la refundación de Honduras. Por esto queremos que esa nueva Honduras que pintemos lleve también nuestros colores y nuestra voz como Juventudes en Resistencia.
¿Qué clase de Revolución pacifica será esta si no empezamos a purgarnos de los vicios que imperan históricamente allá afuera?
Si hay un enunciado histórico que deberíamos recordar y aplicar como remedio en este momento es aquello de “Revolución dentro de la Revolución”. Esto es deber ineludible a quienes todavía creemos en la idea emancipara impulsada por un verdadero proceso democrático, y para que el día de mañana, cuando los daños sean irreversible ya, escuchemos por la esquina ya cerquita de la victoria, alguna voz sincera y inocente decir del FNRP como en aquel cuento danés, “Madre, el rey va desnudo”.

Militante de base del FNRP
 

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