viernes, 1 de octubre de 2010

¿Crisis en Ecuador: un globo de ensayo o una advertencia de los tiempos por venir?

Carlos Pereyra Mele

En las primeras horas de la mañana de hoy, América del Sur se vio sorprendida por una sublevación de las fuerzas policiales del Estado ecuatoriano. (Con el pretexto de protestar por la quita de una serie de privilegios). No estaba claro a primera hora cuál seria el comportamiento de las Fuerzas Armadas ante esta acción subversiva en franca actitud de desafío al Presidente de la República y que al promediar la mañana se agravaba con hechos de violencia hacia el Presidente y su custodia cuando éste se dirigió decididamente al cuartel donde estaban los principales jefes de la asonada, a intimarles para que depongan su actitud, y que luego sospechosamente esta actitud desafiante de los facciosos fuera acompañada de una serie de “saqueos” en las principales ciudades del Ecuador, evidentemente planificados, para producir la sensación del vacío de poder y crisis del gobierno. La actitud del Presidente puso en una encrucijada a los sectores militares que dudaban a esa hora si participar o no de un golpe de Estado. Ecuador en su reciente historia política ha vivido momentos de gran tensión y permanentes actitudes desestabilizadoras con presidentes depuestos u obligados manu militare a tomar decisiones a favor de los grupos corporativos o a “accidentes” que eliminaron a los mismos. (Desde el año 2000 Ecuador tuvo 11 presidentes incluyendo a Correa, que gobierna desde 2007). Por ello la decidida actitud del Presidente Correa de enfrentar la base de la asonada, torció el destino de los sublevados, ya que a estas horas del jueves a la noche las fuerzas armadas han ratificado su lealtad al Comandante en Jefe de las mismas. (Dados los antecedentes antes mencionados, no fue una actitud teatral la de Correa ante los amotinados, como se ha planteado en varios órganos de prensa). Se diluye la posibilidad de un golpe de Estado en Ecuador, pero ello no nos debe hacer perder de vista las consecuencias para la región que causaría el triunfo del motín y nos obliga a analizar las varias aristas que entre bambalinas corren detrás de este globo de ensayo, ya que es la primera acción directa de un golpe de Estado tradicional en America del Sur en el primer decenio de este siglo XXI, (pues el otro fue en el Caribe en la República de Honduras), nos debe llevar a comprender el porqué de este golpe abortado, y qué se oculta detrás de una pseudo reivindicación salarial: El Presidente Correa realizó varios actos que causaron honda preocupación en los sectores de poder y el temor de que los mismos fueran ejemplo para otros presidentes, entre ellos debemos destacar: La nacionalización del Banco Central, la “auditoria” de la deuda externa y con ello obligó a la Banca Financiera Mundial a renegociar y realizar fuertes quitas cuando se determino lo fraudulento de la misma y este tema no es menor cuando se analizan poderes y corporaciones globales; la actual administración Correa, además no renovó el “alquiler” de la base aeronaval de Manta que mantenía Estados Unidos en Ecuador, lo cual obligo al Comando Sur estadounidense a trasladar la misma a las nuevas bases militares que le concedió el ex presidente colombiano Álvaro Uribe. Se debe tener en cuenta en un análisis geopolítico que Ecuador es el único país de la cuenca del Pacifico que no es aliado militar de USA (Colombia-Plan Colombia) o aliado económico de USA através de un TLC (Tratado de Libre Comercio como Perú y Chile). Desde la visión geopolítica y geoestratégica de Estados Unidos, Ecuador es un escollo para sus planes de control y seguridad nacional (para asegurase los mercados y los recursos naturales especialmente los energéticos), teniendo en cuenta que Ecuador se transformó en un importante exportador de petróleo y que últimamente es un país con fuertes inversiones chinas, las cuales desplazan rápidamente la influencia económica de Estados Unidos en el mismo. Todos estos puntos citados, ¿serán la causa del motín? y del ¿por qué el largo silencio del Departamento de Estado para repudiar enérgicamente la acción subversiva policial? Lo que se debe tener muy claro es que este globo de ensayo es un mensaje para los países de la UNASUR (los cuales han reaccionado positivamente con una reunión de urgencia de sus Presidentes en la Ciudad de Buenos Aires, ratificando su apoyo a Correa y aislando a los subversivos), pues nuevamente se la pone a prueba y su capacidad de consolidar un bloque continental sin injerencia de potencias de fuera de Suramérica, (como ocurriera anteriormente cuando impidió: la secesión de la Media Luna Boliviana y del agravamiento del conflicto como consecuencia ataque militar de Colombia a suelo Ecuatoriano para eliminar a guerrilleros de las FARC), éste es un nuevo desafío a la consolidación de la UNASUR y con ello permitir la consolidación de América del Sur, como un espacio geopolítico y geoeconómico que sea convocado al mundo multipolar en formación y no ser más el patio trasero de nadie. La insoburdinacion a los moldes que nos planificó la globalización están crujiendo y en ese marco debemos entender esta fracasada sublevación. No nos equivoquemos, no esta en juego la implementación de la denominada “revolución ciudadana” de Correa, sino algo superior a nuestras unidades administrativas políticas, consecuencia de la balcanización a la que fuimos sometidos después de la separación del reino español hace justamente 200 años, está en juego la posibilidad de America del Sur de ser un nuevo poder entre pares. 

Fuente: rebelion.org

Cancilleres de la Unasur arriban a Quito para ratificar respaldo a la democracia

 Los cancilleres de Unasur arribaron a Quito 24 horas después de un frustrado golpe de Estado contra el presidente Correa. (Foto: teleSUR)
Los cancilleres de Unasur arribaron a Quito 24 horas después de un frustrado golpe de Estado contra el presidente Correa. (Foto: teleSUR) 

Los Cancilleres de Unasur arribaron este viernes a Quito, capital de Ecuador, para ratificar respaldo a la democracia, tras el intento de golpe de estado que se vivió este jueves en la nación andina.
A su llegada el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, informó que la organización está elaborando un estatuto contra intentos o golpes de Estado.


"Se construye un estatuto contra golpes de Estado denominado: Cláusula democrática", en donde se tomarán una serie de acciones en contra de las personas que promuevan la desestabilización del orden democrático de un país de la región.

En donde haya intento o golpe de Estado se establecerá "el cierre de fronteras, comercios, transacciones financieras, cierre de vuelos comerciales, es decir, un conjunto de sanciones para que ninguno de los golpista intente huir a los países vecinos y sea capturado", explicó Maduro.

La declaración tiene como finalidad cerrarle las puertas a cualquier intento de golpe y "no haya impunidad que haya castigo"

Del mismo modo, resaltó la labor del organismo suramericano que se activó en tiempo récord para llegar a una declaración "muy clara y contundente" para bloquear el paso a los golpistas.

El jefe de la diplomacia venezolana realizó las declaraciones a su llegada a Ecuador, desde donde le expresó al Gobierno y pueblo ecuatoriano el respaldo de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA).

Relató que los países miembros de la Alianza se reunieron y  "transmitimos nuestro respaldo, acompañamiento y felicitaciones (a Ecuador) por esta jornada tan compleja, dura y difícil que ha despejado el camino no sólo de Ecuador sino de América Latina".

Los ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros de la Unasur tienen previsto reunirse con el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, para expresarle su apoyo ante el intento de golpe de Estado, de este jueves.

La reunión se llevará a cabo en los salones del Ministerio de Relaciones Exteriores,  Comercio e Integración, en la noche de este viernes.


Fuente: teleSUR/yi - FC
 

Honduras… Ecuador… una llamada para América Latina

Gian Carlo Delgado-Ramos y Silvina María Romano, Rebelión, 1 de octubre de 2010

América Latina (AL) es un espacio territorial estratégico para Estados Unidos (EE.UU.). Esto es: como reserva de recursos, como espacio receptor de inversiones, así como región exportadora de excedentes (i.e. retorno de ganancias, pago de regalías o de intereses por concepto de empréstitos). Es parte de un esquema expoliador y subordinante, sólo posible con el aval de los grupos de poder local, y que desgarra crecientemente el tejido social. La polarización de la riqueza, el despojo, privatización, desnacionalización y erosión de los bienes de las naciones (que son de los pueblos), y en general la tendencia creciente de condenar a una gran parte de la población a la miseria o la muerte, genera un abanico de reacciones sociopolíticas que figuran como potenciales amenazas al fluido curso de “los negocios” de EE.UU. y sus “socios” locales.
Esto lleva a la creciente criminalización de la pobreza y represión de la protesta al asociar los movimientos sociales con figuras que “requieren” la intervención de la fuerza del Estado, situación que habilita la eventual injerencia de EE.UU. bajo el argumento de asegurar sus inversiones y otros intereses, como los de sus “socios” menores. Nos referimos al uso de figuras como el comunismo (en su momento), el terrorismo o la narco-insurgencia. Así, mientras el grueso de Estados nación latinoamericanos promueve políticas que favorecen principalmente los intereses de ciertos grupos de poder, al mismo tiempo se observa necesaria la actuación de la fuerza del Estado para generar un orden ante la agresión que tales políticas implican para con los pueblos.
La variable del “orden interno”, ante el despojo y saqueo, es pues permanentemente necesaria y así se puede identificar en el discurso-acción de EE.UU. El Plan Colombia (PC) y la Iniciativa Mérida (IM) son casos paradigmáticos, pero no aislados, de la interferencia de EE.UU. en AL, que a los fines de garantizar su “seguridad nacional”, léase sus intereses socioeconómicos y geopolíticos, promueve mecanismos ad hoc de “orden interno” en la región. Se trata de un escenario que coloca de modo creciente a las fuerzas armadas locales, en alianza con EE.UU., como gestores del “orden interno”, facilitando o estimulando la militarización y paramilitarización e incluso las prácticas de terrorismo de Estado.
Aún más, como es reconocido desde la Doctrina Monroe (1823) y el corolario de Polk (1848)3 , el carácter estratégico de AL, “obliga” a ese país a contener cualquier intento de construcción de proyectos alternativos a lo largo y ancho de la región, pero sobre todo a aquéllos que aboguen por la integración latinoamericana independiente. Es por tanto imperiosa una continua ofensiva contra los gobiernos alternativos puesto que no siguen al pie de la letra los lineamientos establecidos para la región; ello más allá de sus propias limitaciones. Así, al mantener importantes tensiones con EE.UU., su mera existencia es una amenaza para los intereses hegemónicos y oligárquicos.
La ofensiva puede ser más o menos visible. Uno de los mecanismos de desarticulación regional e interna de ese tipo de gobiernos latinoamericanos ha sido y es promover la confrontación entre distintos actores locales, en especial entre el gobierno alternativo y el empresariado (la “oligarquía” empresarial local), las fuerzas militares y de seguridad, así como los paramilitares y otras figuras “informales”. Con el apoyo activo “desde adentro” de ésos últimos, la resolución final típica de este tipo de proceder es bien conocida: la instauración de gobiernos ad hoc ilegítimos (y que bien pueden ser “legales” por medio de investiduras de democracia formal que carecen del apoyo de los pueblos) o inclusive el impulso de golpes de estado cívico–militares.
La construcción de proyectos alternativos, aunada a la profundización de la actual crisis económica mundial (que lastima las condiciones socioeconómicas de la región y por tanto dificulta la profundización de la explotación y entonces de acumulación-transferencia de capital), erosionan el poder de la oligarquía local y la fuerza de injerencia de EE.UU. y otros actores metropolitanos en AL; de ahí que haya un interés mutuo. En este panorama, el “orden interno” se convierte en hilo conductor en que tanto catalizador de la estabilización o la desestabilización, según corresponda. En el caso de los gobiernos subordinados, se opera estabilizando el statu quo de los grupos de poder (y del Estado que los representa y del cual forman parte) y desestabilizando a las clases sociales explotadas, al orillarlas a la miseria y explotación creciente e hipotecando su futuro. En cambio, cuando se trata de gobiernos alternativos, la dinámica es al revés. Cuando los pueblos se encuentran representados en mayor medida por determinados gobiernos, entonces el objetivo es desestabilizar estos gobiernos para estabilizar los intereses de los viejos grupos de poder (colóquese aquí el uso de la política de “dos fases”).4 En ambas modalidades de funcionamiento de lo que calificamos como modelo de estabilización – desestabilización, la alianza entre las oligarquías locales y los intereses extranjeros aparece como algo “natural” (en tanto está enraizado en los procesos de construcción y consolidación de los propios Estados nacionales de AL). Los instrumentos para lograrlo son múltiples, desde el uso de los medios de (des)información, hasta operativos encubiertos.
Honduras primero y ahora Ecuador no pueden verse más que como un fuerte llamado de atención a los pueblos latinoamericanos para construir el tejido social y la articulación necesaria para enfrentar esta situación tan compleja.
Plataformas de proyección de dinámicas de estabilización-desestabilización: Plan Colombia e Iniciativa Mérida.
El Plan Colombia (PC) y su continuación el Plan Patriota (PP), así como la Iniciativa Mérida (IM) en sinergia con la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN) no son un objetivo en sí mismos, sino que constituyen un medio más para garantizar los intereses del sector privado y del gobierno de EE.UU. y de sus “socios” menores locales, proceso que en los hechos toma forma en una compleja y peligrosa dinámica de estabilidad – inestabilidad.
El PC tuvo desde sus inicios como uno de sus ejes clave la “transformación” y “modernización” de las fuerzas armadas y policíacas para combatir la guerra interna (con las FARC y el ELN), a fin de lograr un cambio en la correlación de fuerzas con la guerrilla, situación que se sostiene para poder mantener el control de territorios estratégicos por parte de los diferentes actores y sus intereses. Con el PP se consolidan nuevas tareas para el control del territorio colombiano, y para lograr una mayor proyección hacia los países vecinos, colocando entre 14.000 y 17.000 hombres en toda la zona selvática, especialmente en la región fronteriza del sur (Ecuador) y de oriente (Venezuela), bajo la modalidad de despliegue rápido; una forma de bajo perfil impulsada por EE.UU. que es parte de lo que el Pentágono denomina como una “nueva arquitectura militar” (Delgado, 2010).
En el marco de la IM, la modernización de las fuerzas armadas tiene por objeto ganar la correlación de fuerzas contra el “narcotráfico” o el “crimen organizado”, enemigos difusos que ahora se han aglutinado bajo la etiqueta de “narco-insurgencia”. En este tenor es útil recordar que la doctrina estadounidense de “contrainsurgencia”, especialmente en AL, constituyó un componente esencial de la Doctrina de Seguridad Nacional, al definir la insurgencia como: “el uso sistemático de la violencia para desestabilizar el orden social y político establecido” (US Department of State. Foreign Relations. 1964-1968. Vol XXXI. Doc. 38). Eximiendo de tal definición “…los golpes de Estado perpetrados por militares, el vandalismo y los desórdenes espontáneos” (Ibid).
Lo anterior es importante puesto que tal entendimiento permite debilitar gobiernos alternativos en funciones, criminalizar la resistencia social y atender la ocupación de territorios de alta prioridad. Y si bien no se pretende decir que la IM (o el PC/PP) tienen como fin exclusivo promover un contexto de control social, ciertamente contribuyen a ello. México acumula más de 23.000 muertos asociados a operativos antinarcóticos pero que incluyen muertes de inocentes (Finnegan, 2010), al tiempo que se perfila como el país más peligroso del mundo para los defensores de los derechos humanos, movimientos sociales y periodistas. Lo llamativo es que en la ola de violencia han aumentado los asesinatos de líderes sociales opositores a procesos de despojo y de extractivismo sin control.
El eufemismo del negocio de las armas y de la conservación de un escenario ad hoc estable–inestable es nítidamente observado por el Departamento Nacional de Planeación de Colombia al precisar que: “…la seguridad estimula la inversión y ésta, con responsabilidad social, permite avanzar en la superación de la pobreza y la construcción de equidad”. Y especifica prioridades a partir de lo que la Escuela Superior de Guerra (2009) denomina como “circulo virtuoso de la seguridad”: 1) Inversión y seguridad; 2) confianza y estabilidad; 3) inversión privada; 4) crecimiento económico; 5) impuestos e inversión social; 6) bienestar social y satisfacción de necesidades. Desde esta óptica, se considera entonces que un orden seguro es un orden “democrático” capaz de garantizar la estabilidad del mercado (Loveman, 2006). Esto es que lo que importa, la seguridad del mercado y no la de los pueblos.
La injerencia en materia de seguridad y orden interno por parte de EE.UU. es principalmente marcada en los rubros de “asesoramiento” y “entrenamiento” de personal; la puesta en marcha de acciones conjuntas en suelo, agua y aire; y mediante el estímulo al incremento en el número de contratistas en diversas áreas para asegurar, el orden interno y el control de territorios prioritarios. Esto complejiza y genera una amplia estabilización del Estado, especialmente de su brazo militar y de seguridad, y una profunda desestabilización interna debido a la presencia de policía, servicio secreto, ejército-marina-fuerza aérea, ejércitos o seguridad privada formalmente contratados, paramilitares y demás actores foráneos como asesores, agregados adjuntos en materia de seguridad y antinarcóticos, personal de operaciones encubiertas, etcétera. Lo preocupante del asunto es que en este contexto, la asociación del narcotráfico con la insurgencia, al estilo Colombia en México, advierte la ya mencionada criminalización de la resistencia social y con ello la posibilidad de violar flagrantemente los derechos humanos en el país, puesto que se asume que en ciertos casos el uso de la fuerza estatal “no es suficiente” para manejar el problema del modo en que es “requerido”.
Hay que señalar que en tales casos suelen entrar en operación tanto el contratismo como el paramilitarismo. Recuérdese que el paramilitarismo es una estrategia sistemática del Estado basada en la doctrina contrainsurgente clásica y en la nueva modalidad de guerra de baja intensidad apoyada por los sectores de poder formales e informales, locales y extranjeros y que actúa como una brigada encubierta con impunidad garantizada para el genocidio social y político. Así, si bien el paramilitarismo es contradictorio para el Estado en tanto que genera una mayor desestabilización (social), a la vez es una forma de represión que “invisibiliza” la responsabilidad del Estado en actos que están por fuera de la Ley (Fazio,2003), fomentando el terror (o el miedo) como instrumento de control social.
Militarización del orden interno, regionalización de la interferencia y el peligro de la instauración de gobiernos represivos.
Mientras el PC/PP funge como base desde la que se busca garantizar una incidencia y estabilidad de los intereses de EE.UU. en la zona de influencia inmediata a Colombia y en el Cono Sur, la IM se perfila como instrumento de interferencia en el país vecino en tanto que EE.UU. pretende garantizar su propia seguridad operando desde y en suelo mexicano. Claro está, se suma la proyección de tal injerencia hacia Centroamérica, República Dominicana y Haití.
En este tenor, dos cuestiones son importantes. La primera, el alcance de la concepción de “lo regional” en los lineamientos de combate contra el “narco-terrorismo” en Colombia y México, contra el carácter internacional del negocio que suele dejarse de lado (la venta y el grueso del lavado del dinero se hace en los países metropolitanos, donde además se adquieren las armas que utilizan los diversos grupos armados vinculados al negocio de la droga -el 90% de ésas incautadas en México provienen de EE.UU.-). La segunda, el impulso que se está otorgando a la seguridad interna en toda la región más allá de los alcances formales del PC/PP y de la IM-ASPAN. Lo demuestra el impulso de medidas que colocan a los militares como garantes del orden interno. El caso de Perú es representativo (véase más adelante).
El tema de lo “regional” no es menor. Éste queda en evidencia en el modo en que se implementaron el PC y el PP y la posterior creación, en 2005, de la Iniciativa Regional Andina (IRA); todo bajo el argumento de evitar el “efecto dominó” que podría causar el narcotráfico. La IRA tiene como objetivo vital el control de la frontera, no sólo de Colombia con sus vecinos, particularmente con Venezuela (que es uno de los principales proveedores de petróleo de EE.UU. y un gobierno que se opone claramente a la guerra contra el “narco-terrorismo”) sino en los demás países del Cono Sur. Esto no es fruto de la mera imposición de EE.UU., sino que ha sido la elite colombiana la que ha permitido tal interferencia del gobierno estadounidense, generando fuertes tensiones con sus vecinos (y de este modo, contribuyendo a regionalizar el conflicto) al postularse como “peón” del gobierno estadounidense en la región (Palomo, 2010).
La postura de la UNASUR frente a este tipo de conflictos es clave, en tanto debemos tener en claro que para lograr la “regionalización” de la “guerra” contra el narcotráfico y el terrorismo, EE.UU. presiona de modo constante para mantener relaciones (económicas y de seguridad) bilaterales, neutralizando la posibilidad de plantear una agenda a partir de una verdadera participación multilateral capaz de integrar horizontalmente a los gobiernos de la región andina (Bonilla, 2006). Es a partir de estos acuerdos que se materializa la presencia de personal militar en la frontera de países del Cono Sur (no solamente en los que integran la IRA) lo que a su vez remite a ciertas estrategias vinculadas a la doctrina de seguridad nacional de los 60-70 y el modo en que se “luchó” contra la “insurgencia” a través de las fronteras de AL5.
Por ello no sorprende que el Secretario de Defensa de EE.UU., Robert Gates, en su reunión con las fuerzas armadas peruanas (abril 2010), señalara que éstas deben “reestructurarse y focalizarse más en los desafíos internos” (Gates en Salas, 2010). Cumpliendo con tales mandatos, las fuerzas armadas peruanas ya pueden intervenir en asuntos de orden interno: “…los militares pueden emplear la fuerza en situaciones de enfrentamiento con algún grupo hostil –previa declaración del estado de emergencia-, pero también cuando ayuda a la policía a restablecer el orden interno en otras situaciones de violencia o la apoya en operaciones contra el tráfico de drogas, terrorismo, y en los demás casos constitucionalmente justificados cuando la capacidad de la policía sea sobrepasada en su capacidad de control del orden interno” (Perú 21, 2 septiembre 2010, p. 6. Las negritas son nuestras). Lo interesante es que, a la par de formalizar la posibilidad de tal “Estado de excepción” (Agamben, 2004), el presidente de Perú Alan García, ha aceptado el ofrecimiento de EE.UU. de entrenar tropas peruanas para combatir el narcotráfico, descartando cualquier discusión sobre las tensiones entre intervención y soberanía-autodeterminación. Según sus propias palabras: “…En todos los temas que sean humanos y universales, yo no hago cuestión de soberanías y patriotismo, es decir, si los estadounidenses quisieran poner tropas de entrenamiento, como tienen helicópteros y entrenadores de satélite y de comunicaciones aquí, en buena hora”.
No constituye un dato menor que Perú firmara un TLC con EE.UU. similar al NAFTA, donde la desnacionalización de los principales activos del país y la desestructuración de la industria nacional y el mercado interno han sido los principales resultados (Saxe-Fernández, 2002). En el caso de Perú, es claro que lo primordial es el petróleo y los minerales. De ahí que simultáneamente se insista en abrir el 72% del Amazonas peruano a procesos de concesión para la prospección y extracción. El esquema es parte de los intereses de EE.UU. en toda la zona del Amazonas. Ahí ya se encuentran en manos de 35 multinacionales unos 180 bloques de concesión petrolera/gasera que cubren unos 688.000 km2 (Finer et al, 2008). Tan sólo en Perú hay 48 bloques activos y 16 por licitarse. De esos 64 bloques, todos excepto ocho fueron licitados a partir de 2004, justo cuando empezaron las negociaciones de tratados de libre comercio bilaterales entre EE.UU. y los países de la región andina (Perú y Colombia firmarían). La resistencia social, que “altera el orden interno” (como fue el suceso de la masacre de Bagua), responde a que veinte de los mencionados bloques se traslapan con once áreas protegidas, mientras que 58 de las 64 se superponen en tierras de propiedad indígena (Ibid).
La militarización de la región y especialmente de las zonas fronterizas se justifica mediante un discurso que sostiene que la única forma de enfrentar el “narco-terrorismo” o “narco-insurgencia” es mediante una tarea “multinacional”, que como es “lógico” ha de ser liderada y coordinada por EE.UU.
La agenda que llevó Clinton a la reunión de la OEA en junio de 2010 dejaba claro que los puntos a debatir eran el tráfico de drogas, la prevención de bandas criminales y las respuestas a desastres naturales, con el objetivo de que las preocupaciones de EE.UU. fueran bien escuchadas en AL, precisamente ante la exclusión de EE.UU. de la UNASUR. La "securitización" de lo medioambiental no es casual puesto que vincula territorios ricos en recursos con la posibilidad de garantizar el acceso, extracción y transporte de aquéllos a pesar de una eventual agudización de problemas socioambientales. Tal territorialización de la agenda de seguridad interna es por tanto primordial en cuanto permite despejar la operación de la “mano invisible del mercado”. Contexto en el que, mostrar al “narco-terrorismo” como fenómeno regional, permite ampliar, espacialmente, el proceso anterior. Las declaraciones de la secretaria de Estado de EE.UU. parecen apuntar a ello, en tanto que procuró asociar la situación de México a lo sucedido en Colombia al afirmar que: “…los cárteles de droga están mostrando cada vez más indicios de insurgencia (Clinton en Booth, 2010). A esta afirmación, agregó: “…Necesitamos una presencia más vigorosa en América Central para ayudar a los países a reforzar la legalidad, para luchar contra los traficantes de droga” (Ibid).
Para cubrir la mencionada necesidad, se están llevando a cabo acciones concretas. En Honduras, por ejemplo, el Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa (CEHD) de EE.UU. organizó un taller para asesorar a la policía, las fuerzas armadas, miembros del Congreso Nacional y funcionarios del gobierno sobre la “Planificación de estrategias de seguridad nacional”. Según el Director del CEDH, Richard Downie, se formuló “una hoja de ruta con acciones claves y con fechas para llegar al cumplimiento de los objetivos, los participantes hicieron todo eso en el contexto del esfuerzo del gobierno del presidente Lobo en tratar de enfrentar esos retos que tiene el país en este momento” (El Heraldo, 11 septiembre 2010). A la gravedad de la interferencia de EE.UU. en asuntos internos por medio de este tipo de “asesoramiento”, en el caso de Honduras se suma el hecho de que el gobierno que está recibiendo las “sugerencias” en materia de seguridad interna, es producto de un golpe de Estado –“técnico”– al presidente legítimo, Manuel Zelaya.
Se suma además el caso de El Salvador, donde se promulgó la Ley Antimaras de septiembre de 2010 (Diálogo, 13 de Septiembre de 2010) y que justifica la presencia de tropas para el control del orden interno dada la “violencia de baja intensidad” perpetrada por el crimen organizado. La naturaleza de tal posicionamiento del Estado salvadoreño es expuesta por su presidente, Mauricio Funes, en el marco de la 65 Asamblea General de la ONU, en los siguientes términos: “…la ayuda [a Centroamérica y México] debe ser económica, de inteligencia y de apoyo a la capacitación y equipamiento de las fuerzas del orden para combatir el crimen y el lavado de dinero” (Centro de Noticias ONU, 27 de septiembre de 2010).
Las negociaciones de instaurar emplazamientos militares de EE.UU. en Panamá y Costa Rica se inscriben en este panorama. Lo mismo es válido para la Iniciativa de Seguridad de la Cuenca del Caribe.
Es este escenario el que posibilita estrategias de desestabilización como la ocurrida en Ecuador, que aparenta ser una “sublevación” espontánea de las fuerzas de seguridad debido a un supuesto recorte en los salarios y beneficios del sector. La agresión al presidente y funcionarios de gobierno altamente coordinada, la confusión y relativa desinformación sobre los hechos y el caos generado dejan entrever la presencia de causas de fondo que van más allá de un mero reclamo de salario y que develan el poder en acción de los grupos que representan intereses que se encuentran amenazados por el gobierno de Correa. No es casual que el hecho se suscite principalmente en y desde Guayaquil, la región dura de la oligarquía ecuatoriana. La promoción del caos y la confusión generalizada, la represión de parte de la policía contra la gente en las calles reclamando la “liberación del presidente”, se presta para generar una imagen de debilidad institucional como antesala indispensable para estimular una eventual política de control por medio de la represión y el miedo. Lo que se intenta es desarticular las fuerzas sociales, esto es, que no estén en las calles defendiendo la legitimidad del gobierno elegido.
Independientemente de la evolución de estos acontecimientos, lo que debe notarse es que mientras Honduras fue un termómetro para la derecha en cuanto a la articulación del tejido social, Ecuador pareciera colocarse como antesala de un posible “golpe” a los proyectos alternativos con mayor poder real y simbólico de la región. No deja de ser llamativo que el atentado se geste en Ecuador, ciertamente la nación con más fracturas internas del conjunto de países del ALBA (Morales en Bolivia cuenta con un respaldo social abrumador, mientras que Chávez cuenta con experiencia respecto a golpes de Estado en su contra y con un vínculo mucho más estrecho con la fuerza militar nacional). También es notoria en esta coyuntura la creciente tendencia en toda AL de “borrar” a los actores políticos de izquierda o progresistas de la esfera política formal, de tal suerte que se pueda facilitar la criminalización de ésos.
Por lo anterior, la importancia de la “región” es crucial. La avanzada de la oligarquía ecuatoriana no sólo es un golpe contra el proyecto de nación representado por el gobierno de Correa, sino a los propios esfuerzos de una integración regional alternativa. En tal sentido, es lógico que los presidentes de los países del Cono Sur condenen el intento de golpe de Estado, siendo enfáticas las declaraciones de Morales, Chávez y Fidel Castro.
El llamado de atención, consideramos, es más que claro. Pero aún más, como hemos dicho, también es una alerta temprana de posibles escenarios de creciente violación de derechos humanos y de propagación del miedo como mecanismo de atomización social, situación que, como han demostrado algunos procesos históricos, puede desembocar en fascismo (léase por ejemplo: Neumann, 1943). Se trata de un contexto que ciertamente dificulta pero al mismo tiempo apremia la construcción social concreta de proyectos de nación alternativos, independientes y socioambientalmente justos y armónicos, no sólo a escala nacional sino regional. El tejido social que los apoya y que potencialmente puede también sumarse, ciertamente existe, y esperamos que ante las circunstancias actuales de AL resurja con mayor fuerza y capacidades de articulación.
Notas
1. Gian Carlo Delgado-Ramos es Doctor por la Universidad Autónoma de Barcelona, España. Investigador de tiempo completo del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México.
2. Silvina María Romano es doctora por la UniversidadNacional de Córdoba, Argentina. Becaria posdoctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET) en el Centro de Estudios Avanzados de la Universidad Nacional, Unidad Ejecutora CONICET
3. En el fondo de la Doctrina, afirma Guerra (1973: 182), estaba implícita la declaración: “América para los americanos”, y la afirmación de un derecho de soberanía virtual sobre todos los territorios del Nuevo Mundo. En AL había pueblos libres; pero sus derechos de soberanía eran incompletos, sus territorios no eran de libre disposición. El único poder absolutamente soberano en América, y de toda América, era EE.UU. (Ibid).
4. El derrocamiento del presidente guatemalteco Jacobo Arbenz (1954) se llevó a cabo por medio de una política de “dos vías”: las negociaciones diplomáticas y (al mismo tiempo) la implementación de operativos encubiertos promovidos por la CIA y las elites locales para perpetrar un golpe de Estado (Wood, 1985). El derrocamiento del presidente brasileño Joao Goulart (1964), también se caracterizó por dos momentos clave: un primer momento orientado a la desestabilización mediante la presión económica y política, y una segunda etapa destinada al golpe de Estado militar, gracias a la alianza de la oligarquía local con la elite estadounidense (Fico, 2008: 76). Una estrategia similar, de dos fases, fue aplicada para derrocar al presidente chileno Salvador Allende (1973): la primera etapa se centraba en presiones económicas y políticas; la segunda etapa implicaba el apoyo a ciertos sectores de las fuerzas armadas para incitar a un golpe militar, también con la aprobación de los grupos de poder locales y el apoyo del gobierno estadounidense (Informe Church II C2).

5. Es de crucial importancia recordar que uno de los operativos más “exitosos” de seguridad transfronteriza se realizó en la década de 1970, la Operación Cóndor. Este operativo tenía como meta “aniquilar la subversión” por medio del arresto, tortura y desaparición de “insurgentes” y “subversivos” a través de las fronteras de países del Cono Sur, mediante la cooperación de las Fuerzas Armadas de los países del Cono Sur y con la ayuda estratégica de la CIA (McSherry, 2005).
Bibliografía
  • Fazio, 30 junio (2003) “Acerca del paramilitarismo en Colombia” La Jornada. México DF. En: www.visionesalternativas.com.mx/militarizacion/articulos/pcolom/10.htm
  • Fico, Carlos, (2008), O Grande Irmao. Da operaçao Brother Sam aos anos de chumbo. Rio de Janeiro: Civilizaçao Brasileira.
  • Finer, Matt et. al. (2008) “Oil and Gas Projects in the Western Amazon: Threats to Wilderness Biodiversity and Indigenous Peoples” PLoS ONE. Vol 3. No 8, agosto.
  • Finnegan, William, 31 mayo (2010) “Silver or Lead. The drug cartel La Familia gives local officials a chioce: Take a bribe or a bullet.” The New Yorker.
  • Guerra Sánchez, Ramiro (1973). La Expansión Territorial de los Estados Unidos. La Habana, Cuba: Ciencias Sociales.
  • Loveman, Bryan (comp) (2006) Addicted to Failure. US Security Policy in Latin America and the Andean Region. Maryland: Rowman & Littlefield.
  • McSherry, Patrice (2005). Predatory States. Operation Condor and covert war in Latin America. Maryland: Rowman & Littlefield.
  • Neumann, Franz (1943). Behemoth. Pensamiento y acción en el nacional socialismo. México: FCE.
  • Palomo, Gerardo (2010) “Ejército: aspectos formales y problemas políticos” Este País, septiembre, N. 233. México DF.
  • Perú 21, 2 septiembre 2010 “FFAA podrán intervenir en el control interno”, p. 6.
  • Salas, Cristina (2010) “Defense Secretary Gates' week in Latin America” Just the Facts. En: http://justf.org/blog/2010/04/20/defense-secretary-gates-week-latin-america
  • Saxe-Fernández, John (2002). La Compra-Venta de México. México: Plaza y Janés.
  • Wood, Bryce, (1985), The dismantling of the Good Neighbor Policy. Austin: University of Texas Press.
  • Documentos
  • USA policy regarding Hemisphere defense 1949-1950. Foreign Rel. Vol I. Memorandum by the Executive Secretary (Souers) to the National Security Council, 606.
  • United States Department of State. Foreign Relations. 1964-1968. Vol XXXI. Doc. 38.
  • Church Report (Informe Church). En: http://foia.state.gov/Reports/ChurchReport.as
Fuente: rebelion.org

Carta del FNRP al pueblo y gobierno ecuatoriano por la victoria popular sobre el intento de golpe de Estado

Correo electrónico Imprimir PDF
El día de ayer, jueves 30 de septiembre de 2010,  Latinoamérica vivió momentos de angustia. El fantasma de un golpe de Estado prolongado con una dolorosa cuota de sacrificio asomó en nuestras mentes. Un triunfo de las fuerzas retrógradas de la oligarquía y el imperialismo hubiera significado el avance incontenible del plan para derrumbar a los gobiernos progresistas en nuestra patria grande.
Sin embargo, esos planes, elaborados por los organismos de inteligencia norteamericanos en contubernio con sus funcionarios en cada país, no consideraron la formidable y pronta respuesta popular, que desafiando la represión y la amenaza flagrante de masacrar a los manifestantes, definió la situación. Todos los poderes del estado, los movimientos populares y las fuerzas políticas progresistas se posicionaron a favor de la continuación de la democracia y del gobierno de la Revolución Ciudadana que encabeza el compañero presidente Rafael Correa.
Ecuador tiene hoy la oportunidad de depurar las fuerzas de seguridad, que se han convertido en el espacio que usa el imperialismo para imponer los títeres que impulsan sus políticas, cuando fracasan en la mayoría de los procesos electorales democráticos que se llevan a cabo en Latinoamérica.
Felicidades pueblo de Ecuador por esta victoria, que seguramente marcará, como lo hizo en Venezuela cuando en 2002 se derrotó el golpe de Estado al presidente Chávez, una renovación de la lucha por las transformaciones estructurales.
Una vez más agradecemos la posición digna y solidaria del pueblo y gobierno ecuatoriano con nuestra lucha. Nos sentimos fortalecidos con su ejemplo. Nosotros también derrotaremos los tiranos impuestos por la fuerza de la armas.


¡Viva el heroico pueblo de Ecuador!
¡Resistimos y Venceremos!
Frente Nacional de Resistencia Popular


Viernes 1 de octubre de 2010

Carta pública del Frente Nacional de Resistencia Popular a la ONU que prepara un diagnóstico sobre perspectivas de diálogo en Honduras

image
Nuestro camino es totalmente contrario al del régimen golpista que pretende resolver la crisis por medio del crimen, la violencia, la división, la desaparición del movimiento popular político en Resistencia amparados en la impunidad, métodos contrarios a los del FNRP que implementa formas no violenta de lucha en su búsqueda de construir una nueva institucionalidad para democratizar el país y empezar a salir del atraso y la dependencia.
Carta pública del Frente Nacional de Resistencia Popular a la ONU  que prepara un diagnóstico sobre perspectivas de diálogo en Honduras
Tegucigalpa MDC
29 de septiembre de 2010
Señor: José Eguren
Oficial del Programa de las Naciones Unidas pare el Desarrollo
Presente
Estimado señor Eguren:
Acusamos recibo de su atenta nota del 24 de septiembre de 2010, en que nos indica que “en el marco de las actividades del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y con el apoyo de la Unión Europea, recibiremos a partir de la próxima semana una misión de alto nivel integrada por especialistas en diálogo democrático, quienes prepararán un diagnóstico sobre las perspectivas de dialogo en el país. La misión se encuentra integrada por los señores Gastón Aín, coordinador el proyecto de diálogo democrático de las Naciones Unidas y Phillip Thomas, especialista en la temática quienes sostendrán reuniones con distintos sectores durante su estadía. Es por lo anterior que solicitamos en su carácter de representante del FNRP conceder una cita a los señores Aín y Thomas para conversar con usted y las personas que estime conveniente sobre aspectos relacionados al objetivo de la misión”.
Al respecto, el comité ejecutivo del FNRP, se reunió en la ciudad de La Esperanza, el día 29 de septiembre de 2010 y acordó entregar personalmente a los señores Gastón Aín y Phillip Thomas, miembros de la comisión, la siguiente respuesta.
1.       Con fecha 21 de septiembre de 2010, visitamos la sede de las Naciones Unidas en Honduras, para entregar una carta dirigida al Secretario General Ban Ki Moon, en que se le transcribe la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas el 30 de junio de 2009 sobre el golpe de Estado en Honduras y en la misma decimos: “Esa resolución, señor Secretario General, sigue vigente como también la continuidad del golpe de Estado en el país: por tanto la invitación al señor Porfirio Lobo Sosa, presidente de facto de Honduras, a la LXV asamblea de la ONU es contradictoria con el espíritu de dicha resolución”. No solo la ONU, la OEA y todos los países del mundo reconocieron que en Honduras hubo un golpe de Estado sino que el propio Porfirio Lobo Sosa presidente de facto también lo reconoció en declaraciones hechas en España.
2.       Naciones Unidas conoció la posición contraria que mantuvo el FNRP ante la imposición del proceso electoral del 29 de noviembre, porque después del golpe de Estado en Honduras, rompieron el orden constitucional y lo que procedía no eran elecciones sino convocar a una Asamblea Nacional Constituyente.
3.       Nuestra posición sigue siendo la misma y hoy avalada por más de 1300000 Declaraciones Soberanas, debidamente firmadas por igual número de hondureños, que “expresan su voluntad soberana, libre y voluntariamente para que nos convoquemos a una Asamblea Nacional Constituyente, la que deberá garantizar de manera efectiva los derechos colectivos e individuales fundamentales de los hondureños, democratizando de forma participativa la vida política, económica cultural y social del país; centrando el desarrollo en las necesidades de los pueblos y la naturaleza para refundar Honduras. Así mismo con el fin de promover y continuar el proceso de la Constituyente y por su condición de intérprete del pueblo hondureño, exigimos el retorno incondicional del ciudadano José Manuel Zelaya Rosales Presidente de Honduras 2006-2010, haciendo cesar la persecución judicial con fines políticos, garantizando su libertad y el pleno goce de sus derechos civiles y políticos, los cuales fueron violentamente interrumpidos con el golpe de Estado civil-militar, que rompió el orden constitucional en Honduras, el 28 de junio de 2009. Esta declaración está fundada por el principio universal que la soberanía emana del pueblo”.
4.       Cualquier “diagnósticos sobre perspectivas de dialogo en el país” que ustedes intentan preparar, debe reconocer la necesidad y urgencia de una Asamblea Nacional Constituyente, originaria no derivada, como único instrumento de diálogo y concertación después del golpe de Estado, que nos ha sumido en una mayor crisis política, económica, social y cultural que agrava las condiciones de vida del pueblo hondureño, quien es víctima de una dictadura que impunemente continúa “incrementando con crueldad y sadismo las violaciones a los Derechos Humanos, la intolerancia política y los crímenes de persecución” como se lo manifestamos al señor Ban Ki Moon en nuestra carta antes mencionada.
5.       El FNRP ratifica su voluntad de lucha por el retorno al país de los más de doscientos exiliados políticos y porque se ponga fin a la impunidad de los crímenes cometidos contra la institucionalidad y el pueblo que demanda justicia. Estas demandas y los propósitos de la declaración soberana solo serán posibles en el marco de una Asamblea Nacional Constituyente originaria, donde sí habrá interlocutores válidos para poder alcanzar la estabilidad política e instaurar un nuevo orden institucional democrático. Este es el diálogo que demandamos.
6.       Nuestro camino es totalmente contrario al del régimen golpista que pretende resolver la crisis por medio del crimen, la violencia, la división, la desaparición del movimiento popular político en Resistencia amparados en la impunidad, métodos contrarios a los del FNRP que implementa formas no violenta de lucha en su búsqueda de construir una nueva institucionalidad para democratizar el país y empezar a salir del atraso y la dependencia.
Atentamente
POR EL COMITÉ EJECUTIVO DEL FNRP
JUAN BARAHONA
Sub coordinador

Fuente: ellibertador.hn


El Gran Traspié de Chiquita

Por Amy Goodman
¿Qué tienen en común Osama bin Laden y las bananas de Chiquita? Ambos han utilizado sus fortunas millonarias para financiar actividades terroristas.
El Departamento de Justicia acaba de multar con 25 millones de dólares a “Chiquita Brands International” por financiar una organización terrorista...durante años. Chiquita deberá cooperar plenamente con las investigaciones en curso sobre sus pagos al grupo paramilitar y ultraderechista colombiano conocido como Autodefensas Unidas de Colombia. Chiquita realizó pagos casi todos los meses a las AUC desde 1997 hasta 2004, alcanzando una cifra de al menos 1,7 millones de dólares.
Las AUC son una organización paramilitar brutal integrada por alrededor de 15.000 a 20.000 hombres armados. Fue calificada de organización terrorista por Estados Unidos el 10 de septiembre de 2001. Entre sus tácticas habituales se destacan el secuestro, la tortura, la desaparición, las violaciones, el asesinato, las golpizas, la extorsión y el tráfico de drogas.
Chiquita declara que tenía que realizar dichos pagos en respuesta a las amenazas de las AUC y para proteger a sus empleados y propiedades. Los abogados de Chiquita suplicaron a la empresa que dejase de realizar aquellos pagos ilegales, aunque sin éxito. Los pagos se realizaron mediante cheques a través de su filial colombiana, Banadex. Cuando los ejecutivos de Chiquita descubrieron que los pagos eran ilegales, empezaron a enviar el dinero en efectivo. Chiquita vendió Banadex en junio de 2004 cuando las cosas empezaron a ponerse demasiado complicadas.
Mientras las AUC se dedicaban a recolectar los dólares estadounidenses de Chiquita, asesinaban a miles de personas inocentes en las zonas rurales del país. Chengue era una pequeña aldea dedicada a la agricultura en el departamento de Sucre. Cerca de 80 paramilitares de las AUC entraron en el poblado en la madrugada del 17 de enero de 2001. Acorralaron a los hombres en un lugar y les machacaron el cráneo con piedras y mazas, asesinando a 24. Uno de los paramilitares implicados en la matanza, un joven de 19 años, confesó y proporcionó los nombres de los cabecillas, entre quienes se incluían miembros del cuerpo de la policía y oficiales de la Marina. Hasta la fecha, es el único que ha sido castigado por los hechos. Esta es tan sólo una de las cientos de masacres perpetradas por las AUC.
Chiquita tiene un largo historial criminal en sus espaldas. The Cincinnati Enquirer, el principal periódico de la ciudad donde se ubica la sede de la empresa, destapó sus trapos sucios en 1998. El periódico descubrió que Chiquita expuso a comunidades enteras a pesticidas de alto riesgo prohibidos en EE.UU., desalojó a toda una aldea en Honduras a punta de pistola, procediendo luego a arrasar el lugar, suprimió sindicatos, sin darse cuenta permitió que los barcos de Chiquita transportaran cocaína a nivel internacional, y pagó fortunas a políticos estadounidenses con el objetivo de ejercer una influencia sobre las políticas comerciales. El periodista encargado de la investigación, Mike Gallagher, accedió de forma ilegal a más de 2.000 mensajes de voz de Chiquita. Los mensajes respaldaban su historia, pero los métodos que empleó para conseguirlo causaron su despido. The Enquirer publicó una disculpa en primera plana y se informó que pagó a Chiquita 14 millones de dólares. El escándalo de los mensajes de voz sacudió los cimientos del Enquirer, y se acabó por enterrar aquel escándalo.
Chiquita era antes conocida como United Fruit Co., que con la ayuda de su antiguo abogado, el Secretario de Estado John Foster Dulles, y de su hermano Allen Dulles, al mando de la CIA en ese momento, derrocaron al presidente democráticamente elegido en Guatemala, Jacobo Arbenz Guzmán, en 1954. Y podríamos seguir rastreando su historia. El colombiano premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, escribió en su ya clásico “Cien años de soledad” sobre la “masacre de las bananeras” perpetrada contra los trabajadores en huelga de la United Fruit en 1928 en Santa Marta: “Cuando la empresa bananera llegó... los antiguos policías fueron reemplazados por asesinos a sueldo”.
Mientras que Estados Unidos busca lograr la extradición de los ejecutivos de Chiquita en Colombia, el gobierno del presidente colombiano Álvaro Uribe, cuyos propios funcionarios fueron recientemente vinculados con los paramilitares de la derecha, ha contraatacado diciendo que intentará extraditar a su vez a los ejecutivos estadounidenses de Chiquita. Los fiscales colombianos también buscan información sobre el papel desempeñado por Chiquita en el contrabando de 3.000 rifles AK-47 y millones de cartuchos de munición enviados a los paramilitares en noviembre de 2001.
Una multa de 25 millones de dólares es sólo un tirón de orejas para una corporación multimillonaria como Chiquita, el precio que hay que pagar por hacer negocios. Presidentes como George W. Bush y Uribe, hombres de negocios ante todo, a pesar de encontrarse en un pleito por las extradiciones, nunca perderían de vista su objetivo común de mantener a toda costa el llamado régimen de libre comercio, estridentemente corporativo y respaldado militarmente. Mientras las cosas no cambien, líderes sindicales y agricultores como aquellos hombres de Chengue seguirán siendo víctimas mortales por parte de Chiquita o de cualquier otra empresa multinacional.
Ese próximo plátano orgánico y de comercio justo que compres bien podría salvar una vida.
***
Amy Goodman dirige “Democracy Now!”, un programa de noticias de TV y radio que se emite en más de 500 emisoras alrededor del mundo
 
Fuente: Democracy Now

Debatir sobre la impunidad en Honduras se plantean organizaciones civiles

Por German Reyes

Abrir un debate sobre “la impunidad en Honduras”,  plantean representantes de algunas organizaciones que defienden derechos humanos, a raíz de la petición que hace algunos días hiciera Porfirio Lobo a la  Organización de las Naciones Unidas (ONU),  para que se instale en el país una Comisión Internacional contra la Impunidad.
impunidad honduras derechos humanos
 Tegucigalpa, Honduras.- Hace dos semanas el mandatario hondureño pidió a la ONU la asistencia para que una comisión internacional se instale en el país con el propósito de darle seguimiento al tema de derechos humanos, delitos comunes, corrupción y aplicación de la justicia.
El planteamiento de Lobo ante las naciones unidas, despierta interés en algunos líderes de las organizaciones de la sociedad civil, quienes en un conversatorio realizado en la capital, plantearon la necesidad de abrir una discusión nacional sobre el tema.
“Mi planteamiento es que el tema se lleve al pueblo y se discuta ampliamente para señalar quienes son los responsables de muchos delitos. Nosotros sabemos quiénes son los responsables  y por eso  hay que abrir espacios para explicarle a la gente porque existe la impunidad”, afirmó Juan Almendares Bonilla, director del Centro para el Tratamiento y Rehabilitación de Victimas de la Tortura (CPTRT).
Dijo además que  es necesario repensar el tema de los derechos humanos para tomar en cuenta  el proceso histórico de los pueblos que a través de la lucha han logrado crear espacios  de liberación.
Wilfredo Méndez, director ejecutivo del centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos en Honduras (CIPRODEH), califica la petición de Lobo  a la ONU,  como una de las más serias que ha llevado a cabo el gobierno, sin embargo, es importante develar si realmente existe voluntad y responsabilidad para luchar contra la impunidad.
“Habrá que ver  cuál es el mandato en que se intuye la Comisión contra la impunidad  y eso nos revelará si es que en verdad se quiere luchar contra la impunidad o si solamente es un institución más para lograr un favor de la comunidad internacional”, dijo Méndez.
Una de las principales demandas de las organizaciones de la sociedad civil, sindicatos, gremios profesionales, centrales obreras entre otras, es la deducción de responsabilidades a quienes han tenido un papel protagónico en los abusos cometidos en contra de un sector de la población, el cual desde el golpe de Estado perpetrado al gobierno de Manuel Zelaya Rosales, ha sido reprimido en las calles.
Varias personas muertas se registran como resultado de los enfrentamientos que se han desatado entre los sectores citados atrás y los elementos policiales y militares, sin embargo los casos permanecen en la impunidad.

Fuente: Revistazo.com


Verdades Mentirosas

Juan Carlos Aguiluz Umaña   

Una de las más grandes verdades de nuestra Honduras, es que vivimos en medio de la hipocresía, la mentira y hasta el colmo de los colmos, negar nuestra propia existencia. Y sobre todo, lo genial, es aprender a vivir en ese medio, con la cara frente al sol de la libertad “traspasar el inframundo, inmundo y asqueroso e imbuirnos, en uno limpio, transparente y en el cual, resplandezca la claridad de una luz divina”.

imagesEl “Cardenal Golpista”, es evidente que debe confesarse frecuentemente, porque continuamente miente. Como hondureño me da vergüenza “cuando este servidor de Dios”, se dirige al pueblo con tremendo descaro. Por lo menos siete de cada diez hondureños, estamos en resistencia. “Su Excelencia Reverendísima”, seguramente ya volvió a recibir los 100 mil lempiras mensuales del Poder Ejecutivo.
Pero si alguien le preguntara al respecto, Oscar Andrés Rodríguez, seguro estoy que lo negará una y mil veces. E incuestionablemente, es una de las “verdades mentirosas” que a diario nos vende la Iglesia Católica.
Otra “verdad mentirosa”, son las recurrentes enfermedades epidemiológicas. Hoy estamos en emergencia “por la epidemia de dengue”. Yo no se si a usted de cayó el veinte, pero lo más fácil para mí es tirarle la pelota a uno y que, este se la lance a otra persona. Este es un asunto muy serio y que perfectamente, se pudo haber mitigado en sus consecuencias.  
Epidemias como la del dengue, muchas veces se suscitan por la apatía, la negligencia e incapacidad de las máximas autoridades de la Secretaría de Salud Pública. ¡Señor Ministro, más vale prevenir que lamentar! Las campañas preventivas arrojan resultados positivos, cuando las mismas se ejecutan en los tiempos y con todos los recursos necesarios para desarrollarlas.
 Aquí hay que esperar muertos Dr. Arturo Bendaña, para que las autoridades sanitarias consideren un proceso infeccioso, que bien pudo ser prevenido y minimizar los riesgos de muerte. La campaña “El zancudo se mata así” no pasó de una campaña mediática sin rumbo y con resultados completamente negativos.
Ahora el gobierno de la verdad mentirosa de la “Unidad Nacional”, se declara en emergencia nacional por el dengue y así poder realizar compras directas de medicamentos, sin licitación como lo establece la ley y favorecer a los grupos de poder asociados a droguerías.
Y que podíamos esperar de un golpista, que ha sido dentro de su partido nulo, pues nunca ha vencido en una elección popular. Las campañas preventivas se desarrollan, para salvar vidas y evitar que un brote de enfermedad, se transforme en una epidemia. Y finalizo recordando una frase de Booker Tallafero “El éxito debe medirse, no por la posición a que ha llegado una persona, sino por su esfuerzo por triunfar”.
Buen día. 

Fuente: Revistazo.com

Golpismo derrotado

Es meridianamente claro que la mafia policial que se insurreccionó ayer en Quito y que durante casi todo el día mantuvo secuestrado al presidente ecuatoriano, Rafael Correa, no actuó en defensa de conquistas laborales de los efectivos policiales, como lo pregonaron los alzados. El descontento entre los uniformados de la fuerza pública por la reciente aprobación legislativa de una nueva ley de servicio público, que en última instancia los favorece, tuvo que ser resultado de una labor de envenenamiento y desinformación con propósitos subversivos y golpistas.
 
Los instigadores están también al descubierto: hermandades corruptas enquistadas en la institución policial, sectores oligárquicos y de la llamada comunidad de inteligencia de Estados Unidos. El vínculo visible de los segundos con los policías insurrectos es el aventurero Lucio Gutiérrez, militar golpista en 2000, electo presidente dos años más tarde, feroz represor en 2004, defenestrado por las movilizaciones populares del año siguiente y, desde entonces, gestor de intereses injerencistas y empresariales.

En cuanto a la participación de instancias gubernamentales estadunidenses, debe recordarse que en 2008 el periodista canadiense Jean Guy Allard documentó la infiltración de la policía ecuatoriana, por la embajada de Washington en Quito, mediante el pago de informantes, capacitación, equipamiento y operaciones.
Así pues, aunque la intentona ostenta el rasgo atípico de haber sido emprendida por la policía y no por las fuerzas armadas, es claro que lo que se frustró ayer en Ecuador fue un clásico golpe de Estado de la derecha oligárquica contra un gobierno progresista, con sentido popular y democráticamente constituido.

La involución que ha vuelto a colocar en el panorama regional esos ejercicios de violencia y barbarie tiene un arranque preciso: el cuartelazo perpetrado en Honduras en junio del año pasado, el cual logró trastocar en forma perdurable el orden institucional, debido, principalmente, a la complacencia que encontró en la comunidad internacional y, muy especialmente, en el gobierno de Barack Obama.

Desde el momento en que los golpistas hondureños fueron beneficiados con una benevolencia que contradice los principios democráticos de los gobiernos que les otorgaron reconocimiento diplomático y que se negaron a adoptar sanciones contra el régimen emanado del golpe contra el presidente Manuel Zelaya, se extendió una patente de impunidad que puede alentar atentados semejantes contra el orden constitucional en otros países latinoamericanos.
Por fortuna, en el episodio de ayer en Ecuador, el golpismo resultó derrotado, con una cuota de sangre pequeña, pero de cualquier forma lamentable, y después de muchas horas de tensión y zozobra en la sociedad. El ejército se deslindó de los sublevados y, a la postre, tomó por asalto el hospital policial en el que mantenían secuestrado al mandatario, lo liberó y lo transportó hasta el palacio presidencial de Carondelet, donde Correa fue objeto de un recibimiento apoteósico de sus seguidores. De esta manera quedó restablecido el orden democrático en la nación sudamericana.
La intentona dejó ver, por otra parte, un patrón golpista que viene afectando a diversas naciones de la región desde 2002, cuando el presidente venezolano Hugo Chávez fue temporalmente derrocado y secuestrado por militares desleales, lo que se repitió en escala menor en Bolivia en 2008 y que un año más tarde logró subvertir el orden democrático en Honduras. Tal fenómeno plantea uno de los más graves desafíos a la legalidad y a la democracia en el subcontinente y amenaza con causar una regresión histórica que podría borrar lo conseguido en materia de normalización democrática desde hace cinco lustros, cuando colapsaron las dictaduras militares que se enseñoreaban en la mayor parte de las naciones centro y sudamericanas.

El corolario inevitable de la violenta y peligrosa jornada que hubo de padecer ayer Ecuador es que no debe otorgarse impunidad a los golpistas y que las aventuras de subversión política emprendidas desde el aparato gubernamental deben ser rigurosamente castigadas conforme a derecho. Cabe esperar que el gobierno de Rafael Correa actúe en ese sentido en los próximos días y que la derrota experimentada ayer por la derecha oligárquica sea factor de fortalecimiento para las instituciones democráticas ecuatorianas, que sirva para superar las fracturas en el partido gobernante y que impulse la consolidación del proyecto de justicia social, soberanía y democracia que actualmente se aplica en el territorio de esa nación.

Fuente: La Jornada

Peligro: ¡Los gorilas se empeñan en volver!

Natacha Inatt, Aporrea, 30 de septiembre de 2010

Situación de alerta para todos y todas. Los gorilas se empeñan en volver. Nos dieron una estocada certera en Honduras hace un año y, aún cuando todo el mundo, las instituciones, los oradores en todos los escenarios internacionales reconocieron que lo de Goriletti contra “Mel” Zelaya fue un Golpe de Estado, nada pasó. El vil atentado contra el Estado de Derecho y la Constitución se consumó.
Ahora quieren hacer lo mismo con el pueblo ecuatoriano y su presidente constitucionalmente electo, Rafael Correa. Con excusas débiles y con ese velo de truculencia que caracteriza los golpes de Estado pretenden justificar la intentona donde seguramente están metidas las manos de operadores de la Agencia Central de Inteligencia de Estado Unidos, la CIA, experta en desestabilizaciones, saboteos e inherencia contra las democracias del mundo y, particularmente, las latinoamericanas.
En Ecuador un golpe de Estado en Cámara lenta, visto a través de todos los medios de comunicación social, nos trae a la memoria el viejo recuerdo que ya creíamos abolido, el de las dictaduras, el de los gorilas reaccionarios y de derecha que usan la fuerza para alterar el orden constitucional.
Un golpe de Estado es a todas luces el recurso predilecto de las clases dominantes, de los dueños del poder económico y de los títeres del Imperio, cuando se les agotan los recursos de dominio constitucional, económico y democrático.
Los gorilas renovados echan mano entonces de la violencia, secuestran presidentes, atropellan al pueblo, gastan su arsenal de bombas lacrimógenas y balas, mientras esperan que los aliados del norte hagan su trabajo, aplicando sus tradicionales tácticas, luciéndose con las estrategias de las comisiones y del discurseo en medio de la diplomacia gatopardiana, haciéndose los locos, a su manera, porque, al final de cuentas aquí no ha pasado nada, total América Latina ha sido epicentro de más de 350 golpes de Estado, sólo durante el siglo pasado.
Las informaciones preliminares en todo el país indican que detrás del golpe contra el gobierno constitucional del presidente Correa está el ex presidente Lucio Gutiérrez, golpista reincidente, quien ya participó en una intentona en el año 2000 contra el entonces mandatario ecuatoriano Jamil Mahuad.
Los gorilas son hijos del Imperio. Por eso no descartemos su inherencia en este nuevo intento desestabilizador que pretende derrocar a un presidente que, al igual que el nuestro, se ha atrevido a retarlos, promoviendo una revolución pacífica en sus pueblos.
El falso detonante del comportamiento insurreccional de la Policía Nacional de Ecuador es un supuesto reclamo por reivindicaciones salariales y desacuerdos en condecoraciones y ascensos. Esa es la mentira más cómoda que figura en el guión de los gorilas.
No podemos dejar que pasen. No podemos permitir el golpe en Ecuador ni en ningún país del mundo. A los gorilas vamos a ponerles freno. Lástima que una parte del pueblo venezolano le dio paso a un grupo de gorilas civiles a la próxima Asamblea Nacional. Toca cerrar filas. Venezuela es también un blanco para los gorilas internos y externo.
Primer susto para los que no fueron a votar este 26 de septiembre en Venezuela, o para los que votaron en contra. Por estas y otras razones es que debemos garantizar un gobierno sólido, un poder legislativo sólido, una fuerza armada bolivariana sólida y un pueblo consciente para enfrentar cualquier arremetida de los gorilas en nuestra Patria.
Para recordar:
Inherencia de la CIA en los golpes de Estado actos terroristas en América Latina
  • Entre 1954 y 1996, la CIA financia un Golpe de Estado en Guatemala para derrocar el presidente Jacobo Arbenz, quien había nacionalizado las tierras ociosas de la United Fruit y otras políticas que favorecía a las clases sociales populares. La violencia desatada durante esos años de sucesivos gobierno militares dejó un saldo de más de 160 mil muertos y cerca de 40 mil desaparecidos.
  • Durante los años de 1963 hasta 1965 la CIA desplegó una campaña propagandística contra el presidente de República Dominicana Juan Bosh, quien había anunciado una serie de reformas a favor de la clase trabajadora del país, lo que culmina con la intervención del gobierno norteamericano al frente de una supuesta fuerza “multinacional” para imponer a un nuevo presidente.
  • En 1964 le toca el turno a Brasil. La Agencia Central de Información de los EEUU lleva adelante una asquerosa campaña propagandística en contra del presidente Joao Goulart, promotor de una política internacional independiente de Washington, nacionalizaciones y estableció limites a las ganancias de las transnacionales.
  • En 1967 la CIA participa en el entrenamiento y operaciones del ejército boliviano en contra del ELN y participa en las maniobras que dan con el asesinato del guerrillero heroico, Ernesto Che Guevara.
  • En 1971 la CIA prepara un atentado para asesinar al líder cubano Fidel Castro durante una visita oficial a Chile.
  • Durante los años de 1970 y 1973, la CIA adelanta costosas operaciones de propaganda y desestabilización hasta derrocar el presidente Chileno Salvador Allende. Más de 3 mil personas murieron durante el sangriento Golpe de Estado que instauró una de las más abominables dictaduras, la del militar Augusto Pinochet.
  • En 1976 los agentes de la CIA Orlando Bosh y Luis Posada Carriles realizan un atentado contra un avión cubano en pleno vuelo en Barbados. En el atentado mueren 73 personas.
  • Entre los años de 1979 hasta 1990 la CIA establece sus operaciones desestabilizadoras en Nicaragua. Con la utilización de cientos de millones de dólares, los EEUU crean un ejército mercenario que, operando desde Honduras tiene la misión de sabotear los esfuerzos del gobierno nicaragüense por construir una democracia real en esa Nación. La guerra dejó secuelas que aún se corrigen en Nicaragua, miles de muertos, miles de desaparecidos y una economía golpeada por el peso del Imperio.
  • Entre 1980 y 1992 fue El Salvador el escenario de los perversos planes de la CIA, responsable de una cruenta guerra civil que dejó más de 75 mil muertos y 8 mil desaparecidos. Con más de 5 mil millones de dólares Estados Unidos apoyó a los sucesivos gobiernos militares que se instauraban en este país.
  • En 1983 tropas norteamericanas invaden Granada poco después de que un golpe de Estado terminara con el régimen de Maurice Bishop.
  • En 1989 el gobierno de los Estados Unidos invaden Panamá con el pretexto de capturar a Manuel Antonio Noriega, un ex agente de la CIA acusado de tráfico de drogas.
  • En 1997 el agente de la CIA Luis Posada Carriles, bien conocido por la historia de lo nefasto, organiza una serie de atentados explosivos contra establecimientos hoteleros cubanos. Mercenarios salvadoreños participaron en estos atentados que dejaron saldo de 1 muerto y numerosos heridos.
Memoria contra olvido. Hagamos memoria, revisemos la historia para avanzar a paso firme.
¡¡¡¡VENCEREMOS!!!!

Fuente: aporrea.org - Vos el soberano

Las diferencias entre Ecuador y Honduras

Aunque después del golpe de estado de Honduras, ya se sabía que otra "sonada" se cocinaba en Latinoamérica, pocos calculabamos que sería tan pronto.

La intentona de golpe de Estado le ha venido a Rafael Correa y al sufrido pueblo de Ecuador en forma de protesta policial –dizque- reclamando algunos beneficios relacionados a su aspecto laboral, algo inaudito. Es, ni más ni menos, que centenares de policías sublevados protagonizando una película de terror contra su propio pueblo, poniéndose el traje de bestias asesinas atentando contra sus propios hermanos.

En la mañana del domingo 28 de junio de 2009, más de doscientos soldados se dirigieron a la casa del Presidente hondureño Manuel Zelaya Rosales para asesinarlo, pero un ligero cambio de planes -originado por la presencia de más personas- lo evitaron, así optaron por el plan B; sacar a Zelaya del país con rumbo a Costa Rica, así se materializó un despreciable golpe de estado en Honduras.

Mientras en Ecuador el Jefe del Ejército proclamó el respeto de esa institución al estado de derecho y por ende en favor del Presidente, en Honduras el Ejército se plegó en contra, habrase visto, la Constitución le ordena a las Fuerzas Armadas subordinarse ante el Presidente y estos hicieron justamente lo contrario.

La otra gran diferencia la hacen los medios de comunicación; en Honduras callaron -con excepción de tres o cuatro pequeñas emisora de radio y TV-, en Ecuador a la población no le ha faltado información, la ciudadanía se ha movilizado en defensa de la institucionalidad. Que bueno.

Y se olvidan del Congreso Nacional? Es también otra tremenda diferencia, la Asamblea Ecuatoriana ha reiterado su apoyo a Correa, al contrario de Honduras, donde los congresistas se pusieron felices por la desgracia del país y hasta osaron en falsificar una carta de renuncia de Manuel Zelaya. 

Fuente: kennycastillo.blogspot.com

Tiempo para trabajar en contenidos



Fuente: Radio Progreso

Se quiso atentar contra la vida del Presidente Correa; vehículo oficial tiene varios impactos de fúsil

Un disparo de fusil fue disparado directamente al sitio en el que iba el presidente Rafael Correa/ Emilio Sánchez
QUITO.-  El vehículo Nissan Patrol en el que fue trasladado el presidente de la República, Rafael Correa, luego de ser rescatado por elementos del Grupo Especial de Operaciones (GEO)  de la Policía Nacional y la Fuerza Terrestre del Ejército de Ecuador, registra cuatro impactos de fusil, tres en el capot y uno en el parabrisas, justo de lado en el que iba el mandatario.
Según un miembro de la escolta presidencial el blindaje especial del vehículo evitó que el Jefe de Estado resulte herido.
El Jefe de Estado arribó al Palacio de Gobierno alrededor de las 21:30 e inmediatamente se dirigió a una multitud que permanece en una vigilia por la democracia en la Plaza de la Independencia, contigua a la Casa de Gobierno.
Correa identificó a individuos vinculados al ex presidente Lucio Gutiérrez de instigar a elementos uniformados de las Fuerzas Armadas y de la Policía a rebelarse desinformándolos respecto a un supuesto prejuicio en sus bonificaciones.
Lamentó que debido a las acciones violentas se hayan visto afectados pacientes que permanecían asilados en el hospital de la Policía, en donde el mandatario recibió atención luego de ser agredido flagrantemente por ciertos policías e individuos infiltrados en la protesta que se originó en el regimiento Quito Nº 1.
El capot del vehículo presidencial registraba tres impactos de fusil
Según información de última hora, se registran cinco uniformados del Grupo Especial de Operaciones de la Policía como consecuencia del fuerte enfrentamiento que se registró en las inmediaciones del hospital de la Policía.
El coronel Luis Castro, comandante de las Fuerzas Especiales, que participó en el operativo de liberación del presidente Correa, dijo a la Televisión Pública que fueron recibidos por francotiradores apostados en el hospital en el que se encontraba el gobernante y otros dignatarios del Estado./ARC

Fuente: andes.info.ec

Chávez rechaza intento de golpe de Estado en Ecuador y responsabiliza a EE.UU.

 Tras el enfrentamiento entre militares y policías, el presidente Correa pudo recobrar su libertad. (Foto: teleSUR)
Tras el enfrentamiento entre militares y policías, el presidente Correa pudo recobrar su libertad. (Foto: teleSUR)
El jefe de Estado venezolano hizo un llamado al Gobierno de Estados Unidos para frene sus ataques contra los pueblos que buscan la verdadera libertad en el continente. Sostuvo que detrás del frustrado golpe de Estado en Ecuador estuvo la mano del imperio estadounidense.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, rechazó este viernes las acciones subversivas en contra de su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, las cuales aseguró que fueron orquestadas por el Gobierno de Estados Unidos, que sólo "busca dominar el contiene por la vía de la violencia".
Durante su salida de la reunión extraordinaria de la Unión de Naciones Suramericana (Unasur) efectuada en Buenos Aires, Argentina, el líder venezolano sostuvo que "ahora como perdió la manera de controlar este continente, el Gobierno de Estados Unidos mantiene una conspiración permanente contra los países que pertenecen a la Alianza Bolivariana, en contra países como Ecuador, Bolivia, Honduras y Venezuela".
"Detrás de esos grupos está el imperio, al igual que detrás de las fuerzas políticas de derecha del Ecuador. Lo mismo pasó en Venezuela. Los manipulan para llevarlos a acciones como estas (intento de golpe de Estado)", añadió el jefe de Estado venezolano.
Chávez recordó que fue en Argentina, en la Cumbre de las Américas de 2005, cuando la región se pronunció contra la propuesta de Estados Unidos (EE.UU.) para formar el Área de Libre Comercio para América (ALCA), con lo cual el país norteamericano, a su juicio, perdió su influencia en Latinoamérica.
"Es que detrás de esos grupos de policías está la mano del imperio, y las fuerzas políticas de Ecuador y de Estados Unidos", las fuerzas de seguridad "fueron utilizados, son envenenado primero, para llevarlos a realizar acciones bárbaras como las que hoy (jueves) hemos visto", expresó el mandatario.
Sostuvo que Estados Unidos se ha dado a la tarea de financiar, con sumas millonarias, a grupos subversivos con el fin de desestabilizar las naciones que se oponen a un régimen imperialista, en especial a los países que han levantado la bandera de la democracia socialista.
En este sentido, consideró que una manera de evitar una mayor intromisión de la nación norteamericana en el continente es "arreciar la batalla ideológica, para que se respete la dignidad de los pueblos y exigir al Gobierno de Estados Unidos a que no meta sus manos en este pueblo".
Los líderes de los países que conforman la Unasur se reunieron de manera urgente la madrugada de este viernes para rechazar el intento de golpe de Estado que se efectuó en contra del Gobierno de Ecuador.
A la reunión, convocada con urgencia por la presidenta argentina, Cristina Fernández, y el ex presidente Néstor Kirchner en su calidad de secretario general de Unasur, acudieron los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Uruguay, José Mujica; Venezuela, Hugo Chávez; Perú, Alan García; Colombia, Juan Manuel Santos, y Chile, Sebastián Piñera, a los que luego se sumó el mandatario venezolano.
El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, estuvo ausente por problemas de salud y tampoco asistió su par de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, debido al cierre de la campaña electoral en su país.
Este jueves un grupo de policías ecuatorianos de tropa realizaron un intento de golpe de Estado con el secuestro del presidente Correa, basándose en la oposición a una Ley que planteaba una supuesta reducción de sus beneficios salariales.
Ante las agresiones, el Gobierno declaró el estado de excepción y, aunque llamó a la calma, el pueblo ecuatoriano salió a las calles en apoyo al Presidente democráticamente electo.
El mandatario estuvo secuestrado en un hospital policial durante más de 12 horas tras haber presentado asfixia por los gases lacrimógenos lanzados por los policías sublevados, quienes también intentaron agredirlo físicamente.
Finalmente, tras un enfrentamiento entre los efectivos conspiradores y un comando de las Fuerzas Armadas, junto a miembros del Grupo de Operaciones Especiales de la Policía Nacional, que dejó al menos un muerto y más de una veintena de heridos, el mandatario ecuatoriano logró salir del recinto.

Fuente: teleSUR/dag-MFD